21/7/09

La hermana Luna


La hermana Luna

Por: Samuel Gómez Luna Cortés

Durante siglos la gente soñó con las posibilidades de llegar al astro lunar. Pensadores, filósofos, soñadores y literatos se acercaron con el poder de la mente a entender y de alguna manera suponer todas las tesis posibles: la existencia de vida, la flora y fauna, las ventajas de la luna, su riqueza, etc.

Mi buen amigo Aristóteles, en una de sus disertaciones científicas consideraba que era imposible que existieran meteoritos, puesto que “en el cielo no hay piedras” válido argumento si consideramos la tesis, lo que el buen Aristóteles no supo es que un universo, enorme e inconmensurable, nos rodea.

La ficción siempre ha encontrado en la luna un argumento fabuloso para dar píe a las más íntimas fantasías y anhelos. El gran escritor y amigo personal desde la infancia, don Julio Verne escribió una maravillosa novela sobre el viaje de la tierra a la luna. Es curioso analizar los factores “científicos” para hacer llegar el cohete hasta el astro nocturno: Usando una pistola de proporciones descomunales.

La luna ha acompañado al hombre de tantas y diversas maneras. Sus efectos físicos en nosotros son tan desproporcionados que hace elevar el nivel del mar, y a muchas personas las afecta de tal manera que, literalmente, estamos “alunizados”. La luna llena, dicen los ocultistas tiene tanto poder que logra convertir a hombres en lobos. Da fuerza necesaria para las fechorías del maligno y es una lámpara ideal para los aquelarres. La luna ha inspirado a los enamorados, y quién al ver esa hermosa esfera luminiscente ¿no se ha sentido poeta?

Cuando la tripulación del “Apolo 11” llegó a la luna. El mundo entero se detuvo a contemplar la grandeza del universo y la nada despreciable labor de esas pequeñas hormiguitas que somos los humanos. Al momento de llegar se disiparon las dudas, vimos finalmente, que no era de queso, ni de plata, ni de humo, ni una ilusión atmosférica. Me imagino la emoción que embargó a la tripulación al momento del alunizaje; haber llegado más allá de las fronteras posibles.

A mí me emocionan las hazañas que la humanidad ha logrado, aunque pequeños e insignificantes pasos que tambalean ante la omnipotencia de lo desconocido. Hemos llegado a la luna, y con este pequeño paso para el hombre pero un gran salto a la humanidad deberá de ser un trampolín espacial para llegar hasta los confines finales del potencial humano.

Por mi parte, hoy robaré horas de lectura y descanso para contemplar a la hermana luna, y decir casi devocionalmente ese bello poema del inmortal Sabines:

La luna se puede tomar a cucharadaso como una cápsula cada dos horas. Es buena
como hipnótico y sedantey también aliviaa los que se han intoxicado de
filosofíaUn pedazo de luna en el bolsilloes el mejor amuleto que la pata de
conejo: sirve para encontrar a quien se ama, y para alejar a los médicos y las
clínicas. Se puede dar de postre a los niñoscuando no se han dormido, y unas
gotas de luna en los ojos de los ancianosayudan a bien morir
Pon una hoja
tierna de la lunadebajo de tu almohaday mirarás lo que quieras ver. Lleva
siempre un frasquito del aire de la luna para cuando te ahogues, y dale la llave
de la luna a los presos y a los desencantados. Para los condenados a muerte y
para los condenados a vida no hay mejor estimulante que la luna en dosis
precisas y controladas

2 comentarios:

ggg on 22 de julio de 2009, 0:07 dijo...

yo amo la luna tan melancolica y tan hermosa tan solo mirarla hace que me de cuenta que hay cosas hermosas y cotidianas que hay veces dejamos pasar

Huisha on 22 de julio de 2009, 10:46 dijo...

de hecho el contemplarla, solo el contemplarla sin hacer nada mas, uno de los mejores regalos... Samy me sorprendes...

Publicar un comentario

Followers

 

Tres Veces G. Copyright 2008 All Rights Reserved Revolution Two Church theme by Brian Gardner Converted into Blogger Template by Bloganol dot com