5 CONSEJOS PARA UNA BUENA COMUNICACIÓN.
El simple hecho de que expreses varias veces al día cuánto te gustaría tener una cocina limpia no significa que tu esposo empezará repentinamente a limpiar los mostradores. No puedes culparle si no has tomado tiempo para comunicarle tus expectativas.
Ante expectativas no cumplidas, la mejor manera de evitar sentimientos de resentimiento es simplemente expresar exactamente lo que deseas. Para la esposa que quiere más ayuda en la casa, un método eficaz de hacer esto sería: “Cariño, ¿podrías ayudarme a lavar los platos después de la cena? me haría muy feliz. Si limpiamos la cocina ahora, tendremos más tiempo para estar juntos más tarde”. Esto invita al esposo a hacer algo (en lugar de presionarlo). Además comunica que él es lo que importa, y no la tarea que queda por hacer.
El tono
Según el profesor Albert Mehrabian, que es muy conocido por sus publicaciones sobre la importancia de los mensajes verbales y no verbales, el tono de voz que utilizamos constituye el 35-40% del mensaje que estamos comunicando. Cuando tu esposa te pide que recojas a los niños luego de la práctica de fútbol y tú dices “Está bien”, ¿suenas sarcástico, indiferente, distraído o sincero? Necesitas ser considerado con el tono que utilizas, especialmente cuando te diriges a tu esposa.
El tiempo adecuado
Escoge tus batallas y el terreno. Si te gustaría hablar sobre asuntos financieros, escoge un momento en el cual ambos estén en un ambiente libre de estrés y puedan hablar sin distracciones, por ejemplo, cuando los niños están ya acostados. Escoger el tiempo adecuado puede hacer la diferencia entre una conversación constructiva y una eruptiva, como un volcán.
Cuando eres la parte receptora de las preocupaciones de tu cónyuge:
Simplemente escucha
El escuchar abarca mucho más que mover la cabeza mientras estás navegando por el Internet. A continuación hay algunas ideas a tener en cuenta cuando tu esposa se está desahogando: mantén contacto visual, evita todas las distracciones (por ejemplo apaga los teléfonos celulares y los televisores), no interrumpas y reitera sus objetivos para evitar cualquier malentendido. A menudo pensamos que sabemos lo que la otra persona va a decir o lo que va intentar decir y la interrumpimos a mitad de frase o ya dejamos de escuchar. Sin importar el tema, necesitas demostrar tu amor y atención al escuchar e internalizar sus sentimientos y pensamientos, especialmente cuando se trata de la persona con quien compartes tu vida.
Valida su necesidad
El último paso para hacer saber a tu pareja que verdaderamente le has escuchado y que entiendes sus necesidades es validar lo que ha expresado.
Con respecto a esto, Mark D. Ogletree y Douglas E. Brinley han dicho lo siguiente sobre el validar los sentimientos del cónyuge: “Con frecuencia tendemos a olvidar un punto final cuando nos comunicamos entre cónyuges. Una de las razones por las cuales tomamos riesgos al compartir nuestras necesidades con nuestros cónyuges es porque necesitamos recibir una validación satisfactoria. No es suficiente dejar que nuestro cónyuge comparta con nosotros; debemos tomar un paso adicional y validar el riesgo que él o ella ha tomado al compartir su necesidad con nosotros”.
Podrías responder simplemente diciendo: “Gracias por compartir eso conmigo. Me encanta escuchar sobre tu día”. Si han discutido asuntos más serios, podrías decir algo como: “Eso debe haber sido difícil de compartir, pero estoy contento que lo hiciste. Tal vez yo no entienda cómo te estás sintiendo ahora, pero quiero hacerlo. Espero que ambos podamos hallar la manera de solucionar esto”.
En un matrimonio tienes que ser muy cuidadoso acerca de cómo y qué comunicas a tu cónyuge. La mayoría de nosotros somos mucho más frágiles y vulnerables de lo que dejamos entrever. Con frecuencia vienen a mi mente las palabras de un prominente defensor de la familia, Thomas S. Monson, quien dijo: “Nunca permitan que el problema que se tenga que resolver llegue a ser más importante que la persona a la que se tenga que amar”.
Al mirar hacia adelante, toma la resolución de comunicarte más eficazmente, primero al expresar tus expectativas con amabilidad y luego recibiéndolas con compasión y amor. Al hacer esto, no sólo lograrán una comunión más profunda como cónyuges, sino que además lo lograrán como padres.
Nada se pierde intentando....
Mahelet A. Arevalo.